Queule es una caleta de pescadores artesanales, se caracteriza por sus pintorescas casas trepando el cerro, su abundante flora y fauna nativa y una buena conectividad terrestre con Toltén y Mehuín. En los últimos años ha tenido una progresiva apertura al turismo, desarrollando otros nichos como la gastronomía, el avistamiento de aves y la pesca deportiva. En la zona se encuentran cinco playas, que permiten al turista deleitarse con la impresionante vista al océano Pacífico.